EN EL REINO TELESTIAL: SE DA LA LEY DEL EVANGELIO.
►LA REGLA DE ORO.
—La misión de José Smith fue dar la plenitud del Evangelio en esta última dispensación, traer a la gente de la tierra Otro testimonio de Jesucristo y de su evangelio.En la traducción del Libro de Mormón, José interpolo en su traducción la versión aceptada de las mismas cosas que Jesús de Nazaret dijo a los judíos. Esto se hizo para ayudar a la gente de hoy (que está más familiarizada con las palabras de Cristo dadas en el nuevo testamento) acepte la “plenitud del evangelio eterno”.
Es sólo por esta razón que en 3 Nefi 12, 13, 14 son paralelos casi exactos de Mateo 5, 6 y 7, que es la descripción más cercana del único evangelio verdadero jamás dado por Jesús, el Cristo, considerado con el “camino a la santidad y la perfección”
Vivir este verdadero evangelio es el único requisito que los participantes en la ordenanza de la investidura deben obedecer en el “mundo solitario y triste”. Este evangelio se encuentra en su plenitud en la Biblia y reiterado en el segundo testigo el Libro de Mormón.
—Dado que Pedro esta a punto de revestir a los participantes con las “vestiduras del Santo Sacerdocio”, es apropiado que el ‘encargo’ de obedecer la ‘ley del evangelio’ debe ser dado.
—Debido a que toda persona que recibía la investidura era ungida para convertirse en sacerdote y sacerdotisa durante las ordenanzas iniciatorias, especialmente en la unción, por ende, este pacto estricto de obedecer la ley de evangelio, tiene que ver especialmente con la manera en que tratamos a los demás, y no tanto con hablar mal de los líderes de la iglesia, excepto que ellos también son nuestros vecinos y prójimo.
—“Tomar el nombre de Dios en vano”, no tiene nada que ver con maldecir o hacer mal uso del nombre “Dios” en el habla cotidiana.
Simplemente significa que cuando tomamos sobre nosotros el nombre de Cristo, nos comprometemos a actuar apropiadamente como Él lo haría, y que no lo hagamos en vano, o sin un propósito real.
Como recordarán, la expresión figurada “nombre” es una persona que es conocida por lo que hace, no por lo dice, o cree. Por lo tanto, si pretendemos ser creyentes y seguidores de Jesucristo y no actuamos conforme a los mandatos dado en la plenitud de su evangelio, hemos tomado su nombre nosotros en vano.
Si elegimos obedecer la Ley del Evangelio y tomar sobre nosotros el nombre de Dios, entonces haremos lo que esté en nuestras manos para hacer “la voluntad de [nuestro] Padre que está en los cielos”…y Su única voluntad para nosotros es hacer a los demás lo que quisiéramos que ellos nos hagan, (la regla de oro)
Esta es la plenitud del convenio que hacemos con Dios en este punto de la investidura, y nos prepara para lo que sigue.
—PEDRO: “Todos de pie. (Todos los asistentes se ponen de pie.) Cada uno de ustedes lleve su brazo derecho en forma de escuadra. (Está hecho)
Ustedes y cada uno de ustedes hacen un convenio y prometen ante Dios, los ángeles y estos testigos en este altar, que observarán y guardarán la Ley del Evangelio y este mandamiento tal como os ha sido explicado.
Cada uno de vosotros inclina su cabeza y diga : “Si”.
Llevar el “brazo derecho en forma de escuadra” es una indicación de obras justas en contraste con llevar el “brazo izquierdo en escuadra”, es una indicación de obras injustas.
Inclinar l a cabeza es un signo de humildad y sumisión. En humildad y sumisión nos comprometemos a obedecer la Ley del Evangelio como se describe en Mateo 5, 6 y 7, y 3 Nefi 12, 13 y 14.
►LAS VESTIDURA DEL SACERDOCIO.
—LAS ZAPATILLAS.
Quitarse las zapatillas de los pies representa abandonar el camino actual por el que hemos vagado durante todo este tiempo de nuestra vida y nos preparamos para emprender una nueva.
Nuestros pies nos llevan a lo largo de nuestras vidas y llevan la carga de todas nuestras experiencias, buenas o malas. “Quitarse las zapatillas” tiene el mismo significado que Jesús lavando los pies de sus discípulos.
Simbólicamente lavó todo el aprendizaje y la carga de los caminos que había estado siguiendo y les muestro un nuevo camino hacia la paz y la felicidad.
El “bautismo” también simboliza el “quitarse las zapatillas” como uno que se sumerge completamente en el agua (lavando la vida anterior) y sale como una persona nueva y limpia.
—Antes de poder vestir las vestiduras del sacerdocio apropiadamente, uno debe dejar todo lo demás atrás y convertirse en una nueva persona.
►EL SAERDOCIO AARONICO Y DE MELQUISEDEC.
Desde que José Smith comenzó su obra, se revela el verdadero significado de los términos “Aarónico” y “Melquisedec”.
El sacerdocio aarónico esta relacionado con lo que nuestro Padre Celestial y ángeles ministrantes hacen por nosotros.
El sacerdocio mayor o de Melquisedec esta asociado con lo que hacemos por nosotros mismos
Según el sacerdocio aarónico, aquí en la mortalidad recibimos igualmente de nuestro Padre celestial aquellas cosas que nos ayudan a progresar como seres humanos.
En estado de Melquisedec estamos preparados para hacer una elección final, por nosotros mismos para nuestra felicidad personal... ¿Qué mayor comisión podría asignarse sobre nosotros mismo que guardar la “regla de oro”: ‘hacer a los demás lo que nos gustaría que nos hicieran a nosotros?
Esta ley elimina cualquier dominio que un ser humano podría tener sobre otro, haciendo que todos sean iguales.
—Siguiendo este camino, este paradigma cambia la mente, en lo que respecta al sacerdocio, pasa del de uno de “autoridad” o “poder” a un entendimiento de que el sacerdocio en sus etapas, se refieren más bien a un “estado del Ser”
Por lo tanto, el sacerdocio Aarónico y Melquisedec derivan, al estado de muestra progresión, no tanto los títulos que tenemos.
►EL MANTO.
El manto o túnica del santo sacerdocio son un símbolo de las obras que hacemos según el estado de existencia en que actuamos, ya sea el Aarónico o Melquisedec
Tanto los hombres como las mujeres se ponen la túnica, lo que niega cualquier falsa doctrina de que la mujer no tiene derecho al mismo sacerdocio en igualdad de condiciones que el hombre.
Siguiendo el desarrollo de la ceremonia de la investidura, los participantes en esta condición mortal, están en sentido figurado, en la segunda parte del estado aarónico.
Todas nuestras obras son injustas al mismo tiempo, o normalmente la mayor parte del tiempo.
Por esta razón, la “túnica de nuestras obras” se coloca en el hombro izquierdo de todos los que reciben la investidura.
—EL SIMBOLISMO DE DERECHA-IZQUIERDA.
La Biblia siempre alude al juego Derecha – Izquierda; a la derecha se sentarán los justos ya a la izquierda los condenados.
Para los hebreos, la derecha es la dirección hacia el cielo, y la izquierda la del infierno. Así, el lado derecho es lo benéfico, y el lado izquierdo en latín ‘sinister’, que ha dado al castellano ‘siniestro’ como el maléfico.
La ropa siempre ha simbolizado las acciones, los hechos y los pensamientos de una persona, y encontrándose el manto sobre el hombro izquierdo, esto es una imagen figurativa de nuestras obras injustas.
Por otro lado, en el estado actual de la mortalidad, se usa la “túnica del sacerdocio”, en nuestro hombro izquierdo, para estar “preparados para oficiar en las ordenanzas del sacerdocio aarónico, como Pedro pronto instruirá.
►EL GORRO.
El “Gorro” de los participantes que se ponen en la cabeza los varones, representa al “Reino de Dios” y a la “Trinidad”. Es una imagen figurativa de que la “Divinidad” equilibra las obras injustas de los hombres que llevan la gorra.
Esta “Trinidad” esta representada por “los lazos” distintos, que se colocan sobre sobre la oreja derecha.
►LA CUERDA.
Justo, en el otro lado, el izquierdo de la gorra, se encuentra una cuerda que esta atada a tres lazos distintos que se encuentran en la túnica.
Esta cuerda es un símbolo del camino recto y angosto, o línea recta, que une el “Reino de Dios”, a las vestiduras del sacerdocio, o a nuestro espíritu, o a la conciencia interior de nuestra individualidad, inclinaciones y acciones como mortales.
Es la ‘línea de revelación’ que viene del ‘reino de Dios’ para guiarnos en el camino correcto y recto en la “autoridad del sacerdocio”.
Por otro parte, José Smith no sólo permitió que las mujeres se pusieran exactamente las mismas vestiduras del sacerdocio que los hombres, pero también instruyó específicamente a los hombres a usar las gorras graciosas en contraste con las mujeres, que se cubren el rostro con hermosos velos.
La cuerda equilibra simbólicamente a las injustas, vanidosas y necias imaginaciones de los hombres., un recordatorio de conducirse de acuerdo a la voluntad del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo representado en los arcos de la túnica.
La mujer no necesita gorra, sino que ve con rectitud a través de la velo.
Esto significa que la mujer generalmente percibe y tiene una propensión a cuidar a los demás y tratar sus necesidades de acuerdo .a los principios del evangelio de Cristo de manera innata, incluso se podría decir instintiva.
Por su naturaleza, la mujer ve más fácilmente a través del velo de la mente.
La necesidad masculina de instrucción es constante (revelación real o supuesta) y requiere un recordatorio continuo para superar el ego masculino con el fin de vivir el evangelio.
En el Jardín, por ejemplo, Adán no se inmutó al romper un mandamiento para hacer posible que “el hombre pudiera existir”, mientras que Eva comprendió intuitivamente lo que debía hacerse para lograr el encargo dado por Dios para poder progresar
—La cuerda esta equilibrada por Dios, el Hijo y el Espíritu Santo, directamente en el lado opuesto (derecho) del gorro, mientras se lleva la “túnica sobre el hombro izquierdo”, todo lo cual quiere decir simbólicamente: que la “Trinidad” siempre susurra figurativamente al oído derecho del participante masculino, contra la falsa revelación (la cuerda que va hasta el hombro izquierdo, el lado de la injusticia)
—En contraste, las mujeres ven figurativamente a través del velo, sin atribuirse ningún poder revelador especial como los hombres suponen que lo hacen.
Por lo tanto, en cuanto a esto último, José Smith estaba advirtiendo en contra de la irreflexión en el sacerdocio.
No importa que poder y autoridad se le dé a un hombre, él siempre recordará que fue un hombre que llevaba la gorra atada al hombro izquierdo, lo cual lo ha de volver humilde.
En contraste, las mujeres seguirán estando representadas, en sentido figurado, como si nunca cambiarán la hermosa manera en que perciben la vida y aman a su prójimo, como si en realidad, pudieran ver a través del velo, a semejanza del hermano de Jared, del que se habla en el Libro de Mormón.

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