El pensamienro religioso de José Smith por Harold Bloom-1


 

Harold Bloom

Harold Bloom, profesor de Humanidades en la Universidad de Yale y de Filología en la Universidad de Yale, y una de las personalidades mas influyentes de la critica literaria. Miembro de la Academia Américana de Artes y Letras.

Harold Bloom es esposo, padre, maestro, erudito y adicto de toda la vida a la palabra escrita, quien dijo que, si estuviera abandonado en una isla por el resto de su vida y pudiera traer solo tres libros, elegiría la Biblia, la obra de Shakespeare, obras completas.

Bloom dice: “Mi cultura es judía, pero no formo parte del judaísmo normativo: decididamente no confió en la Alianza.”

Bloom es tal vez mejor conocido por sus ideas sobre la “lectura incorrecta”. Su noción de que todo lo podemos hacer con los textos y las figuras históricas es malinterpretarlos.

Autor audaz, principal crítico literario de nuestro tiempo.  Tránsito de la crítica literaria a la crítica religiosa. Son familiares sus obras La Religión Americana, el Cannon Occidental, Presagios del milenio, La invención de lo humano, Como leer y porqué, El futuro de la imaginación, entre otros.

Bloom se acerca a la religión como se acerca a la poesía, pues la religión es, según Bloom “poesía derramada.”

Una de sus principales obras es “La Religión Americana.” Paso cinco años buscando relatos interpretativos de los grupos religiosos estadounidenses menos conocidos. Religión Americana ofrece una lectura muy fuerte de la teología y la historia mormona.

José Smith.

Bloom como critico religioso, es el primer intelectual externo tanto en admirar como en criticar las enseñanzas de José Smith.

En cuanto al mormonismo, declaro sin rodeos: “Si hay… cualquier versión autentica de la religión americana entonces, como conjeturo Tolstoy, debe ser el mormonismo, cuyo futuro hasta ahora puede resultar decisivo para la nación, y para más de esta nación sola.”

Bloom considera que José Smith supera incluso a Walt Whitman, (poeta, ensayista y periodista), Ralph Waldo Emerson (ensayista, conferencista, filósofo); Williams James (filósofo y psicólogo estadounidense) y Edward Young Mullins (cuarto presidente del Seminario Teológico Bautista del Sur).

Bloom dice: “Ninguno se ellos se acerco al él, en coraje, vitalidad, o amplitud”. Reconoce la “naturaleza genial y amorosa” y genio para la restauración. “¿Dónde en toda la historia estadounidense podemos encontrar su pareja? … “En proporción a su importancia y su complejidad, sigue siendo el personaje menos estudiado, de una vitalidad no disminuida, de toda nuestra saga nacional.”

“Destaca de todas las demás luminarias estadounidenses con una distinción adicional: Creo a los hombres a su propia semejanza, en particular a Brigham Young” …  Sin embargo, los escritos de José Smith también son trascendentes; los versos de Doctrina y Convenios llevan su genio religioso autentico.”

Bloom escribe: “Los mormones, casi todos ellos norteamericanos y de tendencias sorprendentes, consideran El Libro del Mormón de José Smith (o del Ángel Moroni) como Otro Testamento de Jesucristo, aunque poseen escrituras más sorprendentes que su jerarquía deja de lado, como La Perla del Gran Precio y la Doctrinas y alianzas, ambos de José Smith.”

Harold Bloom se muestra fascinado con la doctrina mormona del yo eterno, animado por el deseo de Bloom de saber cómo debemos enfrentar la inevitabilidad de la muerte.

Bloom afirma que las referencias mormonas a Jesucristo son simplemente una fachada detrás de la cual se esconden y se desarrollan las ideas post-cristianas. La teología del Libro de Mormón es mayormente sino completamente paulina.

“La percepción más sutil de José Smith fue un ejercicio de repetición, absorbió la Biblia y comprendió implícitamente el peso de la historia judía: la religión precedió y produjo al pueblo peculiar o apartado.”

Bloom considera que: “José Smith el escritor es superado por José el lector” En ese sentido, “José no necesitaba leer, y es más probable que Joseph reinventara sus ideas: no creo que las fuentes escritas fueran necesarias.”

“José Smith logró eludir siglos de acumulación y tradición y revivir entendimientos que se encuentran solo en bolsillos ocultos de la tradición antigua.” … “Solo puede atribuirse al genio del espíritu de José Smith, la misteriosa recuperación de elementos de la antigua teúrgia judía que habían dejado de estar disponibles para el judaísmo normativo o cristianismo, y que habían sobrevivido solo en tradiciones esotéricas que tal vez no tocaron a Smith directamente.”

Bloom confesó que no podía explicar la recuperación de José Smith de las antiguas ideas sobre la naturaleza teomórfica y el potencial divino de los hombres y las mujeres excepto como revelación y lo declaró no solo como un profeta autentico para los mormones, sino también nuestro “profeta y vidente” nacional.

La presentación que hace de la religión mormona es un desafío muy alentador y útil para los mormones.

El clímax de la doctrina mormona.

Bloom se enfoca apropiadamente en el concepto mormón de una “Inteligencia eterna”, increada y, por lo tanto, no contingente, libre e indestructible en cada uno de nosotros: nuestra naturaleza es divina y nuestro destino es convertirnos en dioses literales.

Él ve que, en muchos sentidos, el clímax de la creciente comprensión de José Smith de la relación esencial entre Dios y los seres humanos son las secciones 131 y 132 de Doctrina y Convenios, donde se revela el nuevo y sempiterno convenios del matrimonio.

En esa dirección, Bloom considera que estas secciones, las relaciones sexuales santificadas, como esencialmente teúrgicas, es decir como medios de comunicación con las divinidades atrayendo beneficios y cooperación espiritual.

Estas secciones, nos revelarían, una visión definitiva y mas poderosa de la genuina interrelación e interdependencia de la divinidad y la humanidad.

Nos demuestran la comprensión de José Smith de los seres divinos, en última instancia, como parejas divinamente heterosexuales encarnados, cuya creatividad es en parte una función de su sexualidad y de la sexualidad humana como ambas, una parte necesaria de la “obra y su gloria” al darnos “inmortalidad y vida eterna” y una preparación para la divinidad como la de nuestros Padres Celestiales (Moisés 1: 39)

Así es, para José Smith y Brigham Young: “El matrimonio celestial y la consiguiente progresión hacia la divinidad fueron la verdadera esencia de convertirse en un Santo de los Últimos Días, el corazón de la creación de la religión mormona”

El entusiasmo de Harold Bloom por estas intuiciones de José Smith, lo anima a dar un paso más y equipara el matrimonio plural con el matrimonio celestial, considerados como dos principios independientes y separables.

Bloom sostiene: “siendo la naturaleza masculina polígama, la restauración de todas cosas exigía la santificación de esa poligamia, en lugar de la abolición de una naturaleza que no podía corregirse.

Algunos estudiosos mormones, han considerado que esta lectura de Bloom estropea la intuición suprema de José Smith —que las naturaleza masculina, femenina y divina son todas sexuales y se cumplen a través de su sexualidad, al reducir esa intuición a la razón no comprobada de la naturaleza polígama. No obstante, quien conoce la naturaleza humana, sino su mismo creador.

Bloom insinúa perspicazmente lo que cree que fue una de las razones por las que Dios inspiro a los mormones a practicar la poligamia, una forma de vena política. Bloom para fundamentar su estudio, cita la afirmación de R. Laurence Moore: «Los mormones [aprendieron] … que una forma de convertirse en estadounidense era inventarse uno mismo a partir de un sentido de oposición»

Bloom escribe: “Marcados por la gloria y el estigma del matrimonio plural, los mormones de 1850 a 1890 se convirtieron en un pueblo peculiar, una nación aparte” y así pudieron preservar una identidad coherente y poderosa en el periodo formativo.”

En relación con esto, otros piensan que se equivoca mucho, cuando escribe: “Con alegría profetizo que …  no muy lejos en el XXI, los mormones tendrán suficiente poder político y financiero para sancionar la poligamia nuevamente. Sin ella, de una forma u otra, la visión completa de José Smith nunca podrá cumplirse.”

La inteligencia.

Harold Bloom se ocupa en leer el punto de partida y fundamento de la teología mormona, es decir, la “noción de inteligencia” de José Smith. Él lo llama el “conocimiento intuitivo” de un “yo” dentro del yo, el cual existía antes de la creación.

A este respecto, José Smith demuestra percepción metafísica. Su idea de una “inteligencia eterna” es semejante al self de la psicología americana, y al sujeto o al ser de la filosofía alemana.

Para los mormones, esa “inteligencia increada” es la base de las relaciones humanas con un yo similar, en última instancia, no creado dentro de Dios y es lo que en última instancia nos hace libres, pero también potencialmente terriblemente solos, a menos que hagamos puentes de amor hacia otros yos, como cónyuges, prójimos, todos los humanos y Dios. Y ese énfasis en nuestro ser eterno pude volvernos destructivamente egoístas si fallamos en construir tales puentes.

Otros anteriormente como B.H. Roberts, John A. Witsoe y Lowell Bennion, demostraron que casi toda la teología mormona, se construye de manera racional y sistematizable a partir de ese fundamento, esa “inteligencia eterna”, un “yo dentro del yo.”

Bloom se muestra emocionado con este concepto primordial de José Smith, al cual se articulan dos percepciones en su pensamiento religioso, con sus consiguientes actividades mormonas:

—La historia familiar y la obra del templo por los muertos, que sella y potencialmente une en la Salvación a toda la familia humana de espíritus inteligentes en cumplimiento de la profecía de Malaquías.
—La teúrgia sexual eterna, es decir comunicación, relaciones, las cuales incluyen ritos. con los dioses, y entre los dioses. La meta última de la teúrgia, es la unión con la divinidad.

Esta visión incluye y se define por la plenitud de gozo, la exaltación y tristezas de crear cuerpos espirituales para inteligencias no nacidas y luego crear universos para su desarrollo: “una continuación de las semillas para siempre (Doctrina y convenios 132: 19)

Bloom interpreta la teúrgia mormona en el sentido de “fortalecer… Dios”. La teúrgia, en el peor de los caos, es el intento oculto de manipular a Dios o a los dioses. José visualizo “un Dios dentro de nosotros cuyos mejores esfuerzos necesarios para reforzar al hombre exaltado en los cielos. Dios es tan dependiente del hombre en algunos aspectos como el hombre depende de Dios.

Bloom está encantado con el pensamiento mormón sobre los materiales primarios en la Creación. Argumenta que nada es más “estadounidense”, que la opinión de que Dios no creo todo lo que existe por decreto, sino por elementos organizados. Sin embargo, las narraciones hebreas de la creación dicen que este mundo se formo a partir de materia previamente existente. El dogma de la creación ex nihilo se inventó más tarde.

Bloom se deleita en el parentesco reintroducido en el pensamiento SUD entre Dios y el hombre. Repite que este parentesco socava los puntos de vista típicos del pecado original y las doctrinas de la depravación humana total. El hombre se parece a Dios como una estatua se parece a una persona, un punto que resultaba embarazoso [para los] que a menudo reducían la similitud entre Dios y el hombre al rasgo único de la racionalidad.

De hecho, los parentescos que José Smith están presentes en el Salmo 8. El hombre de quien Dios tiene presente es “un poco menor que el Eloheim (lo Divino) –no, como dicen los traductores de versión del rey Santiago, que “los ángeles”— y es coronado de gloria y de honra (Salmo 8: 5)

Bloom insiste: “los mormones están casi solos en tales creencias, ya que la visión de José Smith nos retrotrae a la relación original de Jehová, donde Dios está relacionado con el espacio, el tiempo y el proceso.

También conduce al teomorfismo. Según Bloom, José Smith nos conduce al hombre primigenio, al de la tradición judía, al Adán primitivo, quien tiene un alma o un yo que “no es parte de la Creación”, … más antiguo que la Biblia, y esta libre de tiempo, no manchado por la mortalidad, libre, e incluso después de la caída, no completamente separado de la naturaleza divina.

Aquí, Bloom cree reconocer fugazmente que la enseñanza de José Smith refleja la Tora y el Nuevo Testamento preteologizados en lugar de las tradiciones posteriores y dominantes del judaísmo rabínico y el cristianismo clásico.

En el transcurso de la transformación, la theosis se produce por los efectos de la catarsis (purificación de mente y cuerpo) y la teoría (contemplación, o ‘iluminación’) 

En suma, por tales logros, asegura Bloom, José Smith es un autentico profeta (léase “autentico genio religioso” Y es digno de términos tales como “extraño”, “único” y “extraordinario”.

La sexualidad.

Harold Bloom se siente atraído por la enseñanza SUD de la “santidad de la sexualidad humana” y encuentra enseñanzas similares en fuentes arcaicas. Bloom argumenta que, si el matrimonio es sagrado, entonces el matrimonio plural es inevitable.

En tal entusiasmo se cree percibir, que hay erotismo oculto en el argumento de Bloom. Pero pierde el punto. A Abraham no se le prometió un harem, sino una posteridad duradera, gloriosa. No obstante, ¿Cómo se podría una dinastía? Todo esto es igualmente hebreo-bíblico. Pero desde Agustín —doctor de la gracia, máximo pensador cristiano del primer milenio— la sacralidad de la sexualidad humana es desconocida o herética.

Intrigado por la eminencia de Enoc en el pensamiento mormón, Bloom afirma con licencia poética, una “identidad aparente” entre Enoc y José Smith. Enoc creó una ciudad-Sión, no murió y la traerá de nuevo. Él es Metatron —el arcángel encargado de dirigir la ascensión—, en el Zohar, se lo identifica como el arcángel que guio al pueblo de Israel en el desierto tras el éxodo desde Egipto, Enel panteón de la tradición cabalística.

La cruz.

Bloom dice, que la ausencia de la cruz en la arquitectura mormona muestra, que los mormones y la religión estadounidense en general han perdido el contacto con el Jesús histórico.

Sin embargo, Bloom, que afirma la primacía del interior, pudo haber intuido lo que él no pudo ver. Los primeros cristianos antepusieron la Pascua a la Crucifixión, al igual que los santos de los Últimos Días. Un Cristo glorificado que lleva las huellas de los clavos es en todos los sentidos la encarnación de un nuevo comienzo.

De manera, lo que Bloom dice que está ausente en la fe mormona está presente: uno puede tomarla por dentro y “negarse a sí mismo a toda impiedad” (Moroni 10: 32; Alma 39:9)

En el Libro de Mormón, más que en cualquier otro documento, la crucifixión y la resurrección de Jesús se combina vívidamente tanto en anticipación como en manifestación.

Como podemos ver, la reunión de lo histórico, lo literal y lo actualizado —y con símbolos que profundizan en lugar de evadir— está en el corazón de la misión de José Smith.

El Consejo de los Cincuenta.

Bloom cree haber descubierto que José Smith organizó un Consejo de los Cincuenta en Nauvoo, cuyos miembros eran hombres de otras religiones; cuerpo articulado que apuntaba hacia la extensión del gobierno constitucional.

Esto, con el toque instantáneo de Bloom se trasmuta en algo siniestro, “el crecimiento gradual y sutil del Reino de Dios mormón en América.

Sin embargo, ¿Quién en el mundo judeo cristiano no reza: “Venga tu reino”?

El patrón de los santos de los Últimos Días es el mismo que el del judaísmo antiguo: Como dice el propio Bloom, “una religión se convierte en (se convirtió) en un pueblo.”

El pueblo mormón se convirtió en una comunidad que, al igual que la comunidad del Nuevo Testamento, buscó y sigue buscando convertirse en un reino.

Los santos son la ultimas personas en la tierra que no se confunden sobre quien es el Rey o como, en contraste con los pequeños despotismos, gobernará.

El temor de Harold Bloom

Bloom en Religion Americana hace el papel de prestidigitador, expresa el temor de que podemos hacernos a la extrema derecha política en el desprecio militante de las necesidades sociales de los demás y unirnos a la extrema derecha religiosa en el anti intelectualismo militante y desprecio por los derechos básicos de acción y expresión de los demás… Opina que los Santos están en la encrucijada.

En este temor, la visión de Bloom en cuanto a los mormones se vuelve convencional y repite el estereotipo periodístico: la Iglesia mormona actual es asombrosamente rica, respectarle, políticamente monolítica y tiene demasiada influencia en el gobierno: “comenzó como una herejía escandalosa y ahora es una respetable Iglesia establecida, rica, cristiana y en su mayoría republica de derecha.

Resumen:

Bloom se crió en un hogar judío ortodoxo donde solo se hablaba yiddish, Bloom llegó a una especie de gnosticismo judío (conocimiento espiritual adquirido a través de la experiencia directa)

Hubo un tiempo a fines de la década de lo 1960, un momento de crisis personal, en el que se lanzó a estudiar el misticismo judío (Cábala). Y prefería ser llamado gnóstico judío que ateo.

Debido a su encanto “involuntario” con el gnosticismo judío, Religión Americana ha recibido sin duda replicas.

La hipótesis de Bloom de que el gnosticismo es esencial para la religión americana falla por que tanto los bautistas, pentecostales y los mormones creen en el Jesús del Nuevo Testamento, no en el que encontramos en los textos gnósticos apócrifos.

Para Bloom, la Religión Americana tiene que ver con una soledad relacionada con la “experiencia del abismo del espacio” estadounidense. Esta vivencia que esta el corazón de individuos que ha desarrollado una cultura que se centra en el individuo, con abandono de "evangelio social" y que, por lo tanto, no busca caminos comunitarios hacia la salvación.

Pero el modelo del Nuevo Testamento y la fe de los santos de los Últimos Días es, de principio a fin, acerca de la unión, la solidificación y santificación de las relaciones de una manera que alcanza la eternidad y la experiencia de la infinidad del tiempo. Así, nunca ha habido un yo aislado; siempre ha habido relaciones, familia, comunidad. Dios mismo nunca estuvo completamente solo.

En cuanto a José Smith, el sentimiento de Bloom, de estimarse “un hombre ebrio de José Smith”, quizá sea un incentivo a historiadores, teólogos y críticos culturales mormones, para realizar más estudios que nos ayuden a comprender como algunos de nosotros nos hemos desviado en nuestras políticas del evangelio restaurado de José Smith, tal vez todos podamos encontrar incentivo para unirnos a los profetas para volver al camino resto y angosto, más excelente, de generosidad y misericordia, después de una pandemia mundial que ha golpeado a todos los credo en general.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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