La investidura entre los esenios de Qumrán.

 La investidura entre los esenios de Qumran.

La ocurrencia de escribir esta nota sobre  la  “Investidura en Qumrán”, tiene ya algún tiempo de existencia, se inspira en la idea de dar cuenta de la vicisitudes de la Investidura, aquella ordenanza con la que  se dotaba y otorgaba legitimidad, a los reyes y sacerdotes del antiguo Israel, rito cuyos orígenes  mismos son tan antiguos que se remontan hasta el antiguo Adán. Específicamente la intención es relatar cómo está devino como uno de los secretos de Qumrán.

¿Qué es Qumrán?
¿Por qué es importante?
¿Quiénes la habitaban?
¿Por qué se establecieron allí en el desierto?
¿Cómo se organizaron?
¿Cuál fue su ulterior destino?

Preguntas  cuyas respuestas  iremos  exponiendo a la largo de la nota. Qumrán fue puesta en el mapa gracias al descubrimiento de los “Manuscritos del Mar Muerto” o también conocidos como los “Rollos de Qumrán”.

¿Qué son los Manuscritos del Mar Muerto?

Fue uno de los descubrimientos del siglo XX que mayor interés despertó entre la comunidad académica internacional. Un grupo de beduinos de la tribu Ta’amreh encontraron los primeros rollos en 1946. Los hallazgos tuvieron lugar en una cueva situada en la orilla noroccidental del Mar Muerto, cerca del enclave arqueológico que las tribus beduinas llamaban en árabe Khirbet Qumrán (ruinas de Qumrán).

Tenemos que ir rápido, para poder alcanzar el objetivo de esta nota. Se encontraron siete manuscritos en hebreo escrito en cuero, que resultaron ser:

1.- Una copia completa del libro de Isaías.
2.- Una interpretación del libro del profeta menor Habacuc
3.- Un texto desconocido titulado la “La Regla de la Comunidad”
4.- Otra copia (en este caso fragmentada) del libro de Isaías,
5.- Un rollo conocido oficialmente como “Regla de la Guerra”, o “Guerra de los hijos de la luz contra los hijos de las tinieblas”, y
6.- Un manuscrito de himnos, y
7.- Una versión apócrifa del Génesis en arameo.

Rollos de Qumran

Después de pasar de por varias manos, estos siete manuscritos iniciales fueron adquiridos por el estado de Israel, y son ahora parte de su museo nacional.

Estabilizada la situación política de Israel con los países vecinos, la exploración de la región continúo. Adelantándonos los acontecimientos diremos, se han hallado en la zona de Qumrán 10 cuevas con los más diversos documentos  mayormente pergaminos, papiros ostracas en hebreo, griego y arameo y otros artefactos.

A pesar de los continuos esfuerzos llevados a cabo por los arqueólogos y beduinos, desde 1956 no se han hallado nuevos manuscritos en la zona, pero si otras cuevas con artefactos.

Historia de los manuscritos.

Para verificar la autenticidad y antigüedad de los textos, después de todos estos años, y gracias especialmente a la técnica  del carbono –C14- y exámenes  espectográficos fue posible establecer de manera definitiva que los rollos hallados en Qumrán se remontan a los últimos  siglos de la época del Segundo templo, (aquel templo reconstruido por Zorobabel, y ulteriormente ampliado por Herodes el Grande, también conocida como época helenístico-romana (siglo III a.C hasta el siglo I d.C)

Contenido de los manuscritos.

El tipo de literatura encontrada es eminentemente bíblica; ya sean copias de libros del Antiguo Testamento u obras que las parafrasean y comentan las Escrituras. Aun en el caso de las obras que pueden clasificarse como “no bíblicas” (textos legales, poéticas, apócrifos, astronómicos, calendarios) la relación con la religión judía es muy fuerte.

La homogeneidad de los textos confirma que se trata de una biblioteca. La unidad temática es muy clara. Las obras bíblicas tienden a estar juntas, lo mismo que la literatura apócrifa (Tabit, Henoc o Jubileos) y  las obras sectarias (Regla de la Comunidad o el comentario de Habacuc). Toda la composición permite afirmar que la “biblioteca de Qumrán”  pertenecía  a una comunidad muy concreta.

La comunidad de Qumrán

El carácter de dicha comunidad se muestra muy definido, porque casi un tercio de los textos hallados son de carácter sectario, encontrándose en ellos una ley religiosa muy distinta  de la del resto del judaísmo.

Era una comunidad estructurada, jerarquizada y convencida de ser el verdadero Israel, los únicos merecedores de ser salvados el día del juicio.  Se hallaban separados del resto del judaísmo y su hostilidad hacia aquellos que no comulgaran con sus creencias, era muy intensa.

La mayoría de la comunidad científica considera que el lugar fue habitado por una secta religiosa llamada “Los Esenios”, quienes escribieron los rollos y los almacenaron en las cuevas.

En ese sentido la homogeneidad de los escritos, es un criterio, que refuerza la opinión, de que, ha sido un solo grupo, el autor de la mayoría de los manuscritos  de  Qumram.

Por otra, parte, las ropas encontradas en las cuevas de los Manuscritos del Mar Muerto es similar a las descripciones históricas de las ropas de los esenios, lo que sugiere que, en efecto, fueron ellos los que vivieron en Qumrán.

¿Quiénes eran los Esenios?
¿Cuál fue su origen?
¿Por qué decidieron habitar en el desierto?

Para dar respuesta a estas preguntas, hemos de comprender las características fundamentales del pensamiento religioso  judío.  La  cosmovisión judía se fundamenta  en  la escatología y la apocalíptica. Estas dos ideologías han acompañado su devenir político-religioso, y la conformación de los diferentes  grupos socio-religiosos que integraban su comunidad.

La primera es la creencia que tiene que ver con le llegada del  “Meshíaj”  (Mesías) y el  “Olam haba”  (en hebreo el “mundo venidero o reino venidero”).  La noción apocalíptica integra una situación de persecución, opresión, marginación y la experiencia de muerte, como consecuencia a la violación de  la Alianza con Dios. Ambas ideologías son parte de la justicia divina.

La escatología y apocalíptica judía se fundamenta  en el discurso de despedida de Moisés antes de su muerte: El Deuteronomio. En cuanto a la primera, tenemos  la promesa que se registra en Deuteronomio 18: 15-17, a saber, el prometimiento del  Mesías. En lo referente  a la segunda, el Deuteronomio también contiene las terribles consecuencias que conllevaría el no cumplir con la Alianza: derrotas militares, destrucción de las cosechas y el  ganado, hambrunas  tan fuertes que la gente llegaría incluso a devorar a sus propios hijos.

El Deuteronomio añade una referencia al exilio en general, pero introdujo una maldición más espefica al final de la lista. ¿Qué es lo peor con que se puede  amenazar a un israelita? La última maldición del Deuteronomio, en el capítulo 28: versículo 68 dice: “Y Jehová te hará volver a Egipto en naves, por el camino del cual te ha dicho: Nunca más volveréis, y allí series vendidos a vuestros enemigos por esclavos  y por esclavas, y no habrá quien os compre”… ¡De regreso a Egipto!… La maldición definitiva para un pueblo que empezó allí como esclavo.

La cristalización del mesianismo y la apocalíptica como ideología político-religiosa, se debe  a que el destino de los judíos en Palestina siempre lo determino  el curso de la historia de los imperios mundiales de los gentiles.  Su devenir como nación siempre estuvo impregnado por esta cosmovisión.  Vividos  en diferente grado por los diferentes capas de la sociedad judía.

Todo esto significó la formación de partidos o sectas, según la interpretación que cada grupo concebía acerca de las causas que habían ocasionado la crisis, y también de acuerdo al grado de tolerancia a la influencia extranjera. En ese sentido, la mayoría de la clase religiosa aristócrata de la Palestina era favorables al poder opresor de turno.  Finalmente, fue  la crisis antioquera  el catalizador que consolido estos partidos o sectas.

La crisis antioquera.

El contexto previo a la crisis antioquera:

Después del cautiverio babilónico de los judíos, y su liberación por Ciro, el rey de Persia, un remanente fiel de la tribu de Judá, con Zorobabel, un príncipe de la familia davídica, y los sobrevivientes de sacerdotes y levitas regresaron a Palestina, y establecieron de nuevo el culto en el Templo. Es en este remanente que se centra el estudiante de las Escrituras.

Los judíos sufrieron mucho a causa de las continuas guerras entre Persia y Egipto por encontrarse, digamos, “entre el yunque y el martillo”. El dominio persa continúo cerca de cien años. Parece haber sido benigno y tolerante, permitiendo al  sumo sacerdote, además de la práctica de sus funciones religiosas, cierta autoridad civil, siempre bajo el control de los gobernadores de Siria, asimismo vasallos del imperio persa. Fue en este periodo que se estableció el culto rival en Samaria.

En el año 333 a.C Siria cayó bajo el poder del tercer imperio mundial, el imperio griego de Alejandro el Grande. Este conquistador se inclinó a tratar muy favorablemente a los judíos; pero a su muerte el imperio se dividió.  En el Medio Oriente le sucedió el Imperio Seleucida de cultura helenística,  siendo Siria uno de sus centros principales.  Judea  cayó de nuevo entre el yunque y el martillo de Siria y Egipto. Primero por el poder Sirio y después por Egipto bajo los Tolomeos. Durante este periodo (320 a 198 a. C) un gran número de judíos se establecieron  en Egipto, periodo durante el cual, se llevó a cabo la traducción del Antiguo Testamento al griego, conocida como la Septuaginta (285 a. C)

Desenlace de la crisis antioquera.

La crisis antioquera es otro hito de la historia político-religiosa judía. Ocurrió en el año 198 a. C. Judea fue conquistada por Antíoco el grande y anexada al imperio Seleucida.  En este tiempo se hizo la dividió de Palestina en las cinco provincias, que nos son familiares en los Evangelios, a saber: Galilea, Samaria, Judea, Traconite y Perea.

Cerca de 180 a. C, Palestina era la dote de Cleopatra una princesa siria, territorio  que aportaba para su matrimonio con Tolomeo Filomentor, rey de Egipto; pero al morir Cleopatra, Antíoco IV Epifanes hijo heredero de  Antíoco el grande reclamo el territorio para sí, después de una sangrienta batalla.

.- Antíoco Epifanes se propuso helenizar, implementar la cultura griega todos sus territorios, de modo, que en Judea, hizo promulgar el Edicto de la Apostasía. Trato de suprimir el culto a Jehová.

.- Prohibió el judaísmo, suspendiendo toda clase de manifestación religiosa, como la circuncisión, guardar el sábado, y las fiestas judías.

.- Trato de establecer el culto a los dioses griegos.

.- El 25 de diciembre del año 168 a. C, él ofreció una puerca sobre el altar principal, y dedico el Templo de Jehová a Zeus. Esta es la “Abominación desoladora” que se menciona en Daniel 8: 13 y que es un tipo de abominación desoladora que se habla en mateo 24: 15.

.- Antíoco Epifanes prohibió el culto del templo y  obligo al pueblo a comer carne de cerdo.

Los  abusos de Antioco Epifanes provocaron  la “revuelta de los macabeos”.  El sacerdote judío Matatías y sus dos hijos llamados Macabeos consiguieron levantar a la población en su contra y buscar la expulsión de los sirios. La fiesta judía de Janucá conmemora este hecho.

Edicto de Apostasía de Antioco IV Epifanes

La rebelión de los Macabeos.

Ante los abusos de Antíoco Epifanes la reacción del pueblo no se hizo esperar, y no fue llevado a cabo por el conjunto sacerdotal aristócrata, sino por un sacerdote menor llamado Matatías.

Matatías, fue el primero de los Macabeos, hijo de Asmoneo uno de los sacerdotes del lugar nombrado Modin. Sacerdote de gran santidad y energía de carácter, que lo convirtió en guerrero judío, comenzó la rebelión contra la tiranía de Antíoco Epifanes.

Se les unió por entonces el grupo de los Asideos (del hebreo: Hasidim) los “Piadosos”: comunidad de judíos adheridos a la ley; resistieron al influjo pagano, desde tiempos anteriores, y se convirtieron en fuerza de choque de los judíos.

Según relata Flavio Josefo, más adelante, durante los días de Jonatán, instaurado este como sumo sacerdote por los sirios, hacia el 150 a. C los Asideos  se dividieron en fariseos y esenios.

Matatias Macabeo fue padre de Judas Macabeo, y murió en el 167 a. C.

Judas Macabeo logró apoderarse de Jerusalén y purifico y rededicó el Templo, un 25 de Diciembre,  la misma fecha en que,  en otro día había sido profanado. Debido a sus éxitos en el campo de batalla Antíoco Epifanes les otorgó a los judíos, su libertad religiosa, sin embargo, la lucha contra su sucesor continuó. Judas perdió la vida en el campo de batalla el 165 a. C, y su hermano Jonatán le sucedió en el poder.

Por aquellos días, Demetrio hermano de Antíoco Epifanes se adjudicó el trono real. Entonces acudieron a él, Alcimo que pretendía el sumo sacerdocio, y los impíos y sin ley de Israel, para acusar a Judas macabeo y procurar su destrucción. Demetrio concedió el sumo sacerdocio a Alcimo, y lo envió con Baquides  y un ejército, para terminar con Judas Macabeo.

Los Asideos fueron los primeros entre los israelitas en pedir la paz con los sirios a Judas, pensaban que como el ejército había venido con el sacerdote Alcimo no les harían mal.  Los Asideos  o Hasidim estaban resueltos a abandonar  la lucha, y dispuestos a reconocer  a Alcimo. Sin embargo, sus esperanzas quedaron defraudadas ante los turbios manejos de Alcimo, que hizo ejecutar a sesenta de ellos.

Judas  Macabeo prendió a sesenta de los delegados enviados a él, y les dio muerte en un mismo día. El miedo y el espanto se apoderaron  del pueblo.  Los Asideos (“Piadosos”) que primero se habían adherido a la revuelta, comenzaron a distanciarse. Consideraban sin duda que la libertad religiosa estaba ya suficientemente asegurada, mientras que el guerrero judío, pensaba que esto solo era posible completamente con la independencia  del  país.

Por otra parte, la clase sacerdotal aristócrata era pro-pagana, helenista, proclive a ofrecer holocaustos por el rey y clamaba a Jehová tomara venganza contra Judas  Macabeo.

Los sirios volvieron a enviar una nueva expedición, en las que también participó el sumo sacerdote Alcimo. Judas Macabeo cayó en uno de esos enfrentamientos.

Con la muerte de Judas Macabeo asomaron los sin ley por todo el territorio de Israel y levantaron cabeza toda la gente inicua. Hubo hambre extrema y el país se pasó a ellos.

Jonatan Macabeo

En aquel momento Jonatán tomo el mando del país como sucesor de su hermano Judas.

La muerte del sumo sacerdote Alcimo, aliado de los sirios, hizo que estos últimos se volvieran a su país. Jonatán entonces envió legados para concertar la paz. Así fue como  Jonatán  se estableció y comenzó a juzgar al pueblo e hizo desaparecer a los impíos de Israel.

En el año 150 a. C Alejandro Epifanes, hijos de Antíoco, también conocido como Alejandro Balas se proclamó rey y enfrento a Demetrio, su tío usurpador. El rey Alejandro Balas busco hacer de Jonatán su aliado, por eso lo nombro sumo sacerdote de los judíos.

Jonatán era descendiente   de Joarib, jefe de una de las clases sacerdotales. Así quedaba suplantada la familia de los Oniadas, que tradicionalmente daba sumos  sacerdotes.  Dada esta circunstancia es que el sacerdote legítimo Onias IV huye hacia Egipto y levanto en Leontopolis un Templo según el modelo del de Jerusalén, para allí continuar el culto a jehová.

Es en este episodio de la historia judía, en que los Asideos  o Hasidim (Piadosos) se dividen.  Unos inclinados  a favor de los sirios y la helenización del  país. Estas diferencias  significo la consolidación de los partidos. Los sacerdotes que habían permanecido sumisos a Jonatan, y la elite sacerdotal se unieron a ellos y se independizó llamándose Saduceos porque entre sus filas había miembros de la distinguida familia de Sadoc. Otro grupo se designó como “separados”  o Fariseos. Otro partido los constituyeron los Esenios. En suma, este fraccionamiento constituyó una suerte de ultra derecha, derecha  e  izquierda.   Aparte de estos estamentos principales, estaban los radicales, los Zelotes (la ultra izquierda)  y los grupos marginales, como los samaritanos, sicarios, bandidos y vagabundos.

La investidura con destino a Qumrán

Otro grupo, que se oponía a la designación de Jonatán como sumo sacerdote, cuya identidad se desconoce, era el “Maestro de Justicia” este sacerdote descendiente de Sadoc, huyó y se refugió en Qumrán, llevándose con él los secretos de la Investidura.

Jonatán inauguró la dinastía de príncipes-sacerdotes (Los Asmoneos)… Jonatán, junto con Simón, el otro «instrumento de violencia», se dedicó a reforzar las defensas de Jerusalén y de las ciudades de Judea, y confirmó la amistad con los romanos.

El “Maestro de Justicia” impregnado de un intenso ideal sadoquita  (la restauración de un orden teocrático en Israel bajo el linaje sumo sacerdotal de Sadoc, sacerdote de los días del Rey David), asumió la dirección de los que rechazaban la helenización, por una parte, y la asunción del sumo sacerdocio por personas ajenas a su línea, por otra.

Jonatán no era de la descendencia de Aarón, ni de la casa de Sadoc. El “Maestro de Justicia” rechazó de plano tal asunción al sumo sacerdocio.

El Maestro de Justicia no fundó un templo propio en un lugar seguro en el extranjero, sino que procuro la unión de los esenios en Qumrán.  Operando con la ordenanza de la investidura de los antiguos reyes  y sacerdotes de Israel, instituyo una comunidad en Qumrán altamente jerarquizada, cuyos integrantes se consideraban representantes legítimos del convenio de Jehová con su pueblo Israel.

Esenios en el Escritorium.