Ezequiel el profeta que creo a Hiram Abif.

 

El profeta Ezequiel por Miguel Angel -Capilla Sixtina-

El Profeta Ezequiel es un profeta muy especial. Fue llevado a Babilonia en el intervalo entre la primera y la última deportación de Judá. Como en el caso de Daniel y del apóstol Juan, él profetizo fuera de Palestina y su profecía, semejante a la de ellos, emplea el método del simbolismo y visiones.

En contraste con los profetas del tiempo anterior al cautiverio, que profetizaban al reino de Judá o al reino del norte: Israel o las diez tribus. Ezequiel es la voz de Jehová a “toda la casa de Israel”.

En términos generales, el propósito de Ezequiel es mantener ante los ojos de la generación nacida en el destierro, los pecados nacionales que habían degradado tanto a Israel, otro motivo era mantener la fe en la restauración nacional, esperar la ejecución de la justicia divina.

La visión retrospectiva de Ezequiel.

Una visión de Ezequiel es especialmente importante, ocurrió el 05 del mes de Elul –Septiembre- de 592 a.C… La podemos encontrar en: Ezequiel 8: 1-18

“El día cinco del mes de Etul, los jefes de Judá fueron a verme a mi casa. Para entonces ya teníamos seis años viviendo como prisioneros en Babilonia. De pronto, mientras ellos estaban sentados frente a mí, el Dios de Israel me hizo sentir su poder y me permitió ver la figura de algo que parecía un ser humano. De la cintura para abajo, parecía fuego; de la cintura para arriba, brillaba como bronce pulido.”

“Esa figura extendió lo que parecía ser una mano, y me agarró por el pelo. Entonces una fuerza dentro de mí me levantó por los aires y me llevó a Jerusalén; una vez allí, me dejó a la entrada del portón interior, que da al norte. Allí habían colocado un ídolo, pero allí también estaba el Dios de Israel en todo su esplendor, tal y como antes lo había visto en el valle. Al ver Dios aquel ídolo, se puso celoso y se enojó.

“Luego Dios me dijo que mirara hacia el norte, y cuando lo hice, vi que en el portón del altar, junto a la entrada, estaba aquel ídolo. Entonces Dios me dijo: «Fíjate en las acciones tan repugnantes que cometen los israelitas. Eso hace que yo me aleje de mi templo. Pero todavía vas a ver cosas peores».

“Dios me llevó luego a la entrada del patio del templo, y en la pared vi un agujero. Dios me dijo: «Haz más grande ese agujero».

“Así lo hice, y encontré una entrada. Entonces Dios me dijo: «Entra y verás las acciones tan repugnantes que allí se cometen».

“En cuanto entré, pude ver toda clase de reptiles y de animales asquerosos, pintados sobre la pared. También estaban pintados todos los repugnantes ídolos de los israelitas. Pude ver también que los setenta jefes de los israelitas estaban adorando a esos ídolos. Entre los jefes estaba Jaazanías hijo de Safán. El olor a incienso era muy fuerte, pues cada uno de los jefes tenía un incensario en la mano. Entonces Dios me dijo:

“«Mira a los jefes de Israel. ¡Allí los tienes, cada uno adorando en secreto a su propio ídolo! Ellos creen que he abandonado el país, y por eso piensan que no los veo. Pero esto no es todo; todavía vas a ver cosas peores».

“De allí me llevó a la entrada norte de su templo. Allí vi sentadas unas mujeres que lloraban por el dios Tamuz. Entonces Dios me dijo: « ¿Ves esto? Pues todavía vas a ver cosas peores».

“Luego Dios me llevó al patio que está dentro del templo, y vi que entre el patio y el altar había unos veinticinco hombres. Estaban de espaldas al Lugar Santo y mirando hacia el este; arrodillados, tocaban el suelo con la cara, y adoraban al sol. Entonces Dios me dijo:

“« ¿Ya viste, Ezequiel? Parece que el pueblo de Judá no se conforma con cometer tantos actos repugnantes aquí en el templo. También ha llenado de violencia a todo el país. ¡Todo el tiempo me están haciendo enojar! ¡Y para colmo, me obligan a oler los ramos malolientes con que adoran a su ídolo! Estoy tan enojado que voy a castigarlos sin ninguna compasión. A gritos me pedirán que los perdone, ¡pero no les haré caso!»

Al profeta se le muestran visiones,  las pasadas profanaciones del templo y de la maldad por las cuales Israel estaba en ese entonces en Babilonia, a fin de que él pudiera demostrar ante la nueva generación que había nacido en Babilonia durante el cautiverio, que Dios había sido justo al castigar a la nación en el presente. Estas visiones son retrospectivas.

El significado combinado de las cuatro visiones de la profanación del templo, según el capitulo 8, es como sigue: establecimiento de la idolatría en todo el templo, aun en el lugar santísimo; mujeres dedicadas al culto fálico; y adoración de la naturaleza.

Ezequiel se muestra ultrajado por las imágenes de motivos egipcios plasmadas en las paredes.

Del rey Josiah hasta el rey Joacim.

El rey Josiah a mediados del siglo anterior mando reparar el templo y decorar las paredes.

Josías (Jehová me apoya o Jehová me ha sanado) fue rey de Judá entre 639 y 608 a. C., e instituyó reformas importantes. En su reinado se inició la recopilación y edición del Deuteronomio bajo el liderazgo religioso del profeta Jeremías.

Después de su muerte en la batalla de Megido, los egipcios instauraron como rey a Joacim

El reinado de 11 años de Joacim fue desastroso. Aunque tuvo la oportunidad de seguir el ejemplo justo de su padre Josías… Joacim se volvió a la maldad. Jeremías lo describió como un gobernante presuntuoso que abusó de su propio pueblo y persiguió y asesinó a los siervos de Dios.

Los pecados del rey Joacim, (protegido de Egipto) fueron dos, a saber:

Primero: desechar la reforma religiosa de su padre Josiah,
Segundo: agregar a la propia ceremonia de entronación y renacimiento, con la que se coronaba a los reyes de Israel, -rito que les fuera trasmitido por Moisés, a través de la línea de David- la adoración de los dioses egipcios, e introducir su culto en el Templo dedicado a Jehová.

Haciendo una reconstrucción interpretativa de la esencia del mensaje del Profeta Ezequiel era algo como esto:

“Les digo que hemos perdido nuestro reino porque la gente ha sido infiel a Jehová, al adorar a otros dioses y ustedes fueron los mayores transgresores porque se han transmitido sus misterios secretos, que provienen del Egipto pagano, basados en el culto al sol y sin tomar en cuenta al Dios de nuestros antepasados. Ustedes son los más grandes pecadores de todos y es muy justo que Jehová los haya castigado.”

-Es posible imaginar la respuesta de estos hombres derrotados:

“Pero esos son los secretos otorgados por el Moisés para coronación de nuestros príncipes, gobernantes y reyes.»

Ezequiel replico: “Pero ustedes se han vuelto a los dioses egipcios, recuerden que Jehová es el Rey de los Cielos.”

-Los ancianos de Israel preguntaron:

“Profeta Ezequiel, ¿qué debemos hacer? Dinos como recuperar lo que hemos perdido”

-El Profeta Ezequiel contesto:

Primero: Deben reconstruir el Templo en sus corazones y el Templo de piedra llegará después.
Segundo: Vivan conforme a las leyes y adoren únicamente a Jehová.
Tercero: Pueden mantener sus secretos, pero deben renunciar a la adoración e historia egipcia y enfocar sus verdades a la tarea de la construcción del Templo… Sepan sus secretos, pero conozcan primero a Dios.

Es en este punto de la vida del pueblo judío, que la historia de Seqenenre Tao, -la leyenda del rey egipcio muerto, por no revelar los secretos primigenios de entronización y nueva vida- se convierte en la leyenda de Hiram Abif –el hijo de la viuda de la tribu de Neftalí- el maestro constructor del Templo de Salomón, el primer Templo.

El relato de Seqenenre Tao fue eliminado por el impulso reformador del Profeta Ezequiel, al querer eliminar, lo más posible, los vestigios de los rituales egipcios… La historia de Seqenenre y su valiente defensa de los secretos de coronación y resurrección en vida fue desplazada y translaborada en la leyenda de Hiram Abif.

Lo único confirmado en el Antiguo Testamento en el Libro de Reyes, es que Hiram era un reconocido constructor reclutado por el Rey Salomón para participar en la edificación de la Casa del Señor.

La transelaboración de la historia de Hiram Abif, siguió brevemente el siguiente cause:

“El Gran Maestro Hiram Abif perdió la vida justo antes de terminar el Templo del rey Salomón, era el principal arquitecto. Su muerte sucedió como sigue: “Los hermanos constructores dándose cuenta de que el templo estaba pronto a terminarse, pero que ellos todavía no poseían los genuinos secretos de un Maestro conspiraron para obtenerlos a cualquier costa, aun teniendo que recurrir a la violencia… Tres individuos de carácter decidido y atroz persistieron en sus designios… Terminadas sus oraciones, Hiram Abif se preparó para retirarse… fue abordado por el primer rufián armado con una plomada, le exigió al Maestro Hiram Abif los secretos genuinos de un Maestro… Hiram replico que aquellos secretos eran sabidos por tres en el mundo, sin el consentimiento de los otros dos no podía divulgarlos, ni lo haría, prefería sufrir la muerte que traicionar la sagrada confianza puesta en él… la respuesta no satisfizo al primer rufián, el cual golpeo a Hiram en la sien derecha… la misma escena se repite con los dos siguientes rufianes quien a su tiempo golpean a Hiram en la sien izquierda y el ultimo en el centro de la frente dándole muerte al Gran Maestro Hiram Abif, llevándose consigo los secretos de la construcción del templo de Salomón.”

Así vemos que la historia de Hiram Abif es vaciada de contenidos paganos egipcios y vinculados a una historia de celosa fidelidad en cuanto a los secretos de los constructores y de la construcción de la primera Casa del Señor.

Actualmente la historia de Hiram Abif es utilizada para ordenar a candidatos al tercer grado en la Masonería –Maestro Masón- En esta ceremonia se reproduce esa dramatización, y continua más o menos de la forma siguiente:

“El Candidato al grado de Maestro, a esta altura del rito es echado por otros ayudantes en el piso… un hermano se agacha y toma la mano del postulante y lo intenta levantar con el saludo del aprendiz, pero la mano resbala entre sus dedos… otro hermano intenta hacerlo de nuevo con el saludo del compañero, pero la mano con este apretón se resbala nuevamente… Entonces el Maestro Venerable que dirige la iniciación dice algo parecido a esto: “Hermanos, ambos han fallado en su cometido. Aún queda un tercer método especial, conocido como el saludo de la Garra del León o la Garra del Águila, que se da sosteniendo con firmeza los tendones de la muñeca con las puntas de los dedos y alzándolo, haré un intento ahora… El Maestro Venerable que dirige la iniciación del candidato al tercer grado, lo toma con el saludo mencionado y ¡voila ¡ el candidato figurativamente muerto es alzado, levantado, resucitado a nueva vida.”

La ceremonia no reproduce la resurrección de Hiram Abif, porque en el mito su cuerpo fue hallado y enterado… El ritual reproduce metafóricamente la resurrección en vida del nuevo Maestro Masón.

Otra visión muy importante en el Profeta Ezequiel, es la construcción del templo idealizado de Jehová –Ezequiel 41, 42, 43- El Profeta describe el Templo de Jehová, el clímax del relato, con la llegada gloriosa de Jehová. Los capítulos siguientes de la visión de Ezequiel establecen las reglas del sacerdocio… Señala quienes serían los sacerdotes legítimos: los hijos de Zadok antiguo sacerdote en jefe del Rey David se harían cargo del santuario.

El Libro de Ezequiel describe como el purifico a los hijos de Israel de sus prácticas egipcias y los encauzo nuevamente al camino de Jehová.

Ilustración: El Profeta Ezequiel por Miguel Angel Buonaroti -Capilla Sixtina. Se muestra al profeta Ezequiel, en el acto de mirar la idolatría de Israel en el templo. Las imágenes son tan abominables, que los ángeles miran en sentido opuesto a Ezequiel.


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