La investidura regresa al Templo de Jerusalén.

 Finalmente la guerra entre los judíos  y los romanos estallo. Gesio Floro era el procurador de Jerusalén, y sin demasiado criterio protagonizó un acto indigno. Ni corto ni perezoso se llevó 17 talentos de Tesoro del Templo sagrado de la ciudad. La reacción subsiguiente no se hizo esperar, y los judíos respondieron a la ofensa insultando y abucheándolo en público.

Gesio Floro, poco inteligente como debía ser, ordenó reprimir a la población. Movilizó un elevado contingente y saqueó un barrio de la ciudad causando más de 3000 muertos. Ante la pasividad de la clase sacerdotal aristocrática, los zelotes –la ultra izquierda judía- se hicieron con el control de la situación.

Juan de Gischala, fue un líder de la revuelta judía contra los romanos, sus zelotes  descubrieron que muchos de los sacerdotes del templo y los líderes de la cuidad querían hacer la paz con Roma, tal pensamiento no fue tolerado, y de inmediato se ejecutó a todo aquel que albergará esa idea.

Fueron cuatro años de salvaje ferocidad, con actos terribles cometidos por los judíos contra los romanos, los romanos contra los judíos y los judíos contra los judíos. Josefo, el historiador de los judíos, fue el comandante judío en Galilea… hasta que cambió de bando y dio caza a sus antiguos oficiales con gran empeño.  Al principio los judíos  lo hicieron bien, derrotando a la región siria que marchaba hacia Jerusalén, pero nunca pudieron superar el poder del ejército romano.

Es seguro que los zelote tomaron Jerusalén  y el templo en noviembre del año 67 d.C. Las fuerzas romanas se acercaban cada vez más y se hizo evidente hasta para el zelote más ferviente que el fin estaba cerca.

En el año 68 d.C se tomó la decisión de esconder los tesoros del templo, los pergaminos sagrados, las vasijas y los diezmos, de forma que no cayeran en manos gentiles. Igualmente fueron depositados los secretos de la ceremonia de coronación y resurrección. El lugar escogido fue subsuelo más cerca del Lugar Santísimo del templo.  Los administradores sacerdotales del templo de partido sadoquita coadyuvaron para que el retorno de la investidura  fuera  posible.  El “Maestro de  Justicia” y sus qumranos eran estimados como descendientes del Sadoc, el sumo sacerdote del rey David.

Actuaron justo a tiempo, porque a pocos meses los romanos destruyeron  Jericó y la comunidad de Qumrán. Dos años después Jerusalén cayó en manos de Tito, y los zelotes fueron muertos o tomados prisioneros, y hasta que murió el último de los judíos que sabía los secretos de los qumranos, cuando la población entera se suicidó en la fortaleza de Mazada antes de rendirse a los romanos.

Los secretos heredados desde Moisés fueron depositados, como el profeta había dicho, en una bóveda bajo los cimientos del templo, tan cerca del Lugar Santísimo como sea posible. Otras obras se escondieron en otras cinco ubicaciones de los alrededores, incluyendo cuevas en las colinas de Qumrán.

El rollo de cobre.

Entre los manuscritos se ha encontrado el: “Rollo de Cobre”, estaba hechos de una hoja de cobre de unos  dos metros y medio de largo y treinta centímetros de ancho, enrollado de los bordes hacia el centro formando un rollo doble.

El profesor H. Wright Baker lo cortó en veintitrés secciones que facilitaron abrirlo y proceder a su lectura y traducción. Los trabajos duraron dos años pero en 1956 estuvieron listos y John Marco o Allegro, que los había supervisado, se encargó de parte de la transcripción, publicada finalmente en 1960.

La interpretación de John Allegro del Rollo de Cobre indicaba que había por lo menos una copia más, depositada en el mismo templo:

“En el Pozo (Shith) que se une por el norte, en un agujero que se abre hacia el norte, y enterrado en la boca: una copia de este documento, con una explicación y las medidas, y un inventario de cada cosa, y de otras cosas.”

En sus detalladas notas Allegro se dedicó a demostrar que el (Shith) que significa pozo o cueva estaba directamente por debajo del altar del templo.

El Rollo de Cobre contiene listas de enormes cantidades de oro, plata, objetos preciosos y por lo menos  veinticuatro pergaminos dentro del templo. Se dan instrucciones para encontrar sesenta y un lugares diferentes; el siguiente es un ejemplo de dichas listas:

En la cámara interior de las columnas gemelas que soportan el arco dela dobles puerta, mirando hacia el este, en la entrada enterrad a tres cubitos, escondida ahí hay una jarra, dentro de ella, un rollo, bajo tofo esto cuarenta y dos talentos.

En la cisterna que está a diecinueve cubitos frente a la entrada oriental adentro hay vasijas, y en el hueco hay diez talentos.

En la Corte de… nueve cubitos bajo el extremo sur: vasijas de oro y plata para el diezmo, jofainas, copas, tazones de sacrificio, vasijas de libación, en toda seiscientas nueve.

En los pasajes subterráneos delos Agujeros,  en el que mira hacia el sur, enterrado en yeso a dieciséis cubitos: veintidós talentos.

En la boca del manantial del templo: vasijas de plata y vasijas de oro para el diezmo y dinero, siendo en total seiscientos talentos.

Allegro hasta organizó una expedición en su busca, volviendo con las manos vacías.

Ahora bien, aun asumiendo -y así lo acuerdan la mayoría de los expertos- que el Rollo de Cobre sea una especie de mapa del tesoro… el caso es que no hay rastro de él. ¿Por qué? Hoy por hoy es imposible saberlo.

La conexión templaría.

¿Podría ser éste el rollo que los templarios hallaron primero? De ser así, ellos habrían sido capaces de producir un mapa de tesoro perfecto.

Se sabe que en 1119 d. C los templarios originales encontraron algunos rollos y ahora se pude entender porque habían pasado otros ocho años excavando bajo las ruinas del templo. ¡La explicación de la súbita fama y fortuna de la orden ya no sería un  misterio!

Después de que los judíos perdieron la guerra y el templo fue destruido por última vez, los pergaminos con los secretos de la ordenanza santa enterrados permanecieron enterrados en el olvido.

Como podemos ver se han reunido las piezas de la historia, y como fueron sepultados los pergaminos y desarrollado la historia. La ordenanza santa devino desde el patriarca Adán, hasta Noé. De Noé a Cam. De Cam a Egipto. En Egipto el hilo fue recibido por Moisés, y Moisés se lo entregó a los judíos.  El Maestro de Justica y sus esenios los llevaron consigo a Qumrán.

Ahora sabemos que los qumranos creían que había llegado el fin de su época, así que ocultaron sus pergaminos más secretos en una bóveda bajo los cimientos del templo, tan cerca del Lugar Santísimo como pudieron. En la guerra que siguió, la mayor parte de los judíos que vivían cerca de Jerusalén murieron o huyeron, y los pergaminos enterrados permanecieron en el olvido hasta que un pico templario se abrió paso para rescatarlos. Si, así es.

Los primeros templarios, bajo el mando Hugues de Payen, encontraron los rollos o pergaminos, tomaron conocimientos de los secretos de la ceremonia santa, la cual los llevó a la creación de su orden.

Evidencia de la conexión templaría.

Primero: El rollo de la Jerusalén Celestial.

Descubiertos entre los Rollos del Mar Muerto, se encontraron fragmentos de un rollo que describe la Nueva Jerusalén en detalle. El Rollo de la Nueva Jerusalén parece contener una visión apocalíptica, una visión escatológica de la ciudad y el templo, aunque, al estar fragmentado, es difícil de categorizar.

Escrito en arameo, el texto describe una gran ciudad, de forma rectangular, con doce puertas y rodeada por un largo muro. Descripciones similares aparecen en Revelación 21 de – 22 de (y posiblemente Ezequiel 40 – 48) y comparación con el Rollo del Templo (también se encuentra cerca de Qumrán)

Da la impresión que tratan de trasmitir consuelo después de la destrucción del templo. Con enlaces a Isaías 40 – 51, que escribe que el templo será reconstruido y Sion será restaurado a su antigua gloria. Según las obras  sectarias, Jerusalén es impía. El sacerdocio ilegítimo y malvado lo ocupa, por lo que no es de extrañar

Los Qumranos  creían que estaban estableciendo el  verdadero templo ya que el otro había sido corrompido. Además, la comunidad misma creía metafóricamente que eran la Nueva Jerusalén y el nuevo templo.

Segundo: Liber floridus de Lamberto de Saint-Omer.

El Liber floridus de Lamberto, canónigo de la Iglesia Notre-Dame de Saint-Omer, en Flandes, es un texto de carácter enciclopédico terminado en 1121.

Elaborado siguiendo el método de la compilación, se presenta bajo el formato de un extenso volumen de casi doscientos capítulos.

Dentro del ingente material reunido por Lamberto, destacan tres tipos de textos: los cosmográficos, los teológicos y los históricos.

En el ámbito teológico, es la escatología la que acapara la atención de Lambert, con un buen número de comentarios que invitan a la contemplación de los últimos días con consideraciones sobre el Apocalipsis, y la venida del Anticristo.

Entre las ilustraciones, del enciclopédico texto, destaca una imagen de la “Jerusalén  Celestial”, su visualización, resulta familiar y causa escalofríos. Muestra la visión  de un Jerusalén reconstruido. Es un gráfico profundamente  simbólico

La estilizada ciudad nuestra doce torres: una torre celestial principal, dos torres grandes que se levantan de las columnas centrales, tres torres menores con sus propios pilares y seis torres en el fondo. Las torres que se levantan de las dos columnas principales soportan un arco curvo y la torre celestial central. Los motivos más impactantes de todo el dibujo eran inconfundibles: ¡tres escuadras y compases masónicos!

La ilustración de la Jerusalén Celestial de Lambert  St. Omer es  copia de uno de los rollos encontrados por los templarios.

Ahora podemos hacer una reconstrucción histórica. Alrededor de 1119 d. C., Hugues de Payen y su pequeña banda de primitivos arqueólogos abrieron una bóveda debajo de las ruinas del Templo de Jerusalén y  hallaron los pergaminos secretos de la comunidad qumrana, escritos en griego o en arameo.

Sabían que habían encontrado algo de inmenso significado y que posiblemente era sagrado, pero estos caballeros eran unos completos analfabetos, de modo que decidieron mandarlos a traducir. La solución la dio Geoffrey de St. Omer, el segundo luego de Hugues de Payen. Geoffrey conocía a un anciano canónigo llamado Lambert, maestro retirado quien se había dedicado a compilar por muchos años una enciclopedia del conocimiento humano.

Con una  selección de los pergaminos consigo, Geoffrey de St. Omer  partió  llevando los escritos al hombre  quien  sabía leer. Lambert entendió mucho de lo que leyó.

El grabado de Lambert de St. Omer es una apresurada copia  de una ilustración del rollo templario de la Jerusalén  Celestial.

El simbolismo es extremadamente masónico, resaltan las escuadras y compases en la torres y nos confirma que la masonería en sus orígenes es templaría.

La Jerusalén Celestial en Liber floridus de Lamberto de Saint-Omer

Finalmente, hemos de entender que con la conexión templaría, la ceremonia de la investidura, es decir, los ritos de coronación y resurrección,  se internaron  en las sociedades secretas que han llegado hasta nuestros días, en ese camino se le añadieron, y fusionaron leyendas, ritos, elaboraciones de diversas antiguas culturas.

Sin embargo, la historia no concluye aquí. La verdad saldría nuevamente a luz.

Recristianización de la investidura.

La ceremonia de la investidura era una figura de trazos borrosos, aun en la sociedad que la albergaba, utilizada para marcar el progreso de sus iniciados, donde no se le asignaba significado. Deja a sus adeptos, a su libre escudriñamiento, para que cada cual pueda encontrar su particular iluminación.

La hebra continuaría en los últimos días, cuando en norte-américa  José Smith Jr  luego  de su paso por la masonería, tomo conocimiento de la primigenia y primitiva ordenanza santa y re cristianizo los ritos y los introdujo como ceremonias de la Casa del Señor. Y declaró, que la forma como él las presentaba, era la misma con lo que las recibió el rey Salomón, y de allí hasta Adán.

José Smith Jr vio en el rito una revelación y comprensión del plan de Salvación, el cual había sido manifestado a Adán, y a los posteriores profetas.

La interpretación de los signos, le lleva a establecer una conexión con el plan y su personaje central: Jesucristo. Así tenemos, que el primer signo se relaciona con la vida premortal, el segundo con la mortalidad, el tercero con el sacrificio de Jesucristo, y el cuarto se corresponde con el hecho de ser miembro de su reino. Toda esta progresión esta marcada por las ordenanzas, que equivalen a las señas.

Al ser la investidura contextualizada con una lectura cristiana, José Smith desecho, descarto su membresía a la sociedad a la que había ingresado.

El ritual fue acomodado en el Templo como nueva revelación, y se le anudaron otras revelaciones, como la obra vicaria por los muertos y el matrimonio por las eternidades.

Todas ello fue recibido por los Santos como nuevas líneas de trabajo en progreso espiritual hacia la vida eterna.

Retomando el tema de Qumran, de acuerdo, con el rollo de la Jerusalén Celestial, los qumranos creían que se les había ordenado construir un templo durante los últimos tiempos, como se puede leer en el Rollo del Templo. Por otro lado, los templarios habiéndose constituido en una de fuerzas más poderosas del cristianismo, se convirtieron  en  constructores en una escala nunca antes vista.

Da la impresión, que los templarios inspirados por los qumranos creyeron también que su misión era reconstruir  la “Jerusalén  Celestial” en un glorioso y nuevo estilo arquitectónico de pilares. Torres y espirales que se elevaran hasta el cielo. .

No se podía  encontrar una explicación previa por que los templarios de pronto asumieron la responsabilidad de convertirse en los maestros constructores de una Jerusalén Celestial en su país natal, pero ahora todo cobra sentido.

Las instrucciones que los nueve caballeros  recuperaron de las bóvedas subterráneas del templo de Jerusalén  y  que fueron dejadas ahí, por los qumranos justo antes de fracasarán en su propio misión de crear el Cielo en la Tierra, fueron tomadas por los templarios  y empleadas para sus propios propósitos de iniciación y procedieron a dar al mundo un nivel nuevo y supremo de construcción operativa. ¡La resurrección en todo su esplendor!

Sin embargo, el proyecto de los  templarios  también fracasó.  Los monjes guerreros cayeron por una conspiración urdida por el rey de Francia Felipe el hermoso, y el Papa Clemente V.  La ceremonia santa se transformó en algo que se convirtió en la moderna masonería.

Por último, queremos puntuar  una razón, por la cual todos estos planes se truncaron. Es la misma que llevo a que la ceremonia sagrada deviniera en Qumran, es decir la legitimidad de la autoridad. No existía en la tierra, un representante verdadero de Dios. Los templarios nunca reclamaron tener una autoridad divina para su misión.

Hoy, en estos últimos días, existe una organización cristiana  establecida por José Smith,  que reclama poseer ese poder. Igualmente esta también lleva a cabo la construcción de súper-edificios.  Templos dedicados a Jehová, donde se preparar a un pueblo de reyes y sacerdotes, que recibirá al Mesías prometido en segunda venida.