El pensamiento religioso de José Smith por Harold Bloom-2
Harold Bloom
Uno de los mayores admiradores de José Smith el Profeta. Harold
Bloom era conocido por decir que, si hubiera nacido en la América del siglo XIX
y no fuera judío, sería un Santo de los Últimos Días.
¿Por qué?
La admiración de Bloom, incluso el afecto, por Joseph creció
a partir de su apreciación de la profecía y la poesía.
Sí, escribiría, José era un genio religioso. Pero, para
Bloom, él era aún más. “José Smith flota en mí”, divulgó una vez. “No puede
haber demasiados mormones que estén tan imbuidos de él como yo en mi forma
extraña”.
Bloom vio a Joseph a través de esta lente y, bueno, no
estaba solo. Brigham Young llamó a Joseph poeta, “y los poetas no son como
otros hombres”, comentó, “su mirada es más profunda y llega a las raíces del
alma; es como el de los ojos escrutadores de los ángeles, captan el pensamiento
veloz de Dios y nos lo revelan.”
El común denominador, en sus últimos cuatro libros:
—¿Dónde se encontrará la sabiduría?
—Jesús y Yahvé.
—Poemas religiosos americanos
—Anatomía de la influencia
trata la gran pregunta: Al enfrentar la muerte, ¿Cómo debemos vivir?
El cree que este es el tema energizante de toda la poesía y
la religión. Bloom aprecia los escritos religiosos porque trasmiten a dios como
un personaje literario en un texto, haciendo que el Todopoderosso sea
parcialmente accesible para un lector devoto.
Ha leído extensamente las escrituras hebreas, los primeros
pseudoepigraficos y muchos escritos poéticos y religiosos estadounidenses para
completar su amplio conocimiento de la lectura occidental clásica.
No es teólogo ni historiador de la religión, pero es un
lector amplio y profundo y un elocuente respondedor. Su alcance es tan amplio
que se le podría conceder una indulgencia …
por sus inevitables errores de perspectiva y detalle.
Su critica religiosa nunca es engreída …, sino que es
abiertamente escéptica, permitiendo, incluso deseando cosas que para él parecen
demasiado buenas para ser verdad … (Da la impresión) que todavía desea
desesperadamente que algo como las visiones de la eternidad de José Smith
puedan cumplirse en la realidad.
Harold Bloom es el primer intelectual fuera de la tradición
mormona en admirar apasionadamente y criticar cuidadosamente los escritos y la
vida de José Smith.
En Religión Americana,
libro, escrito para una amplia audiencia intelectual, intenta revelar el genio
de Smith, … y otros originales religiosos que a menudo han sido
malinterpretados.
Escuche a Bloom resumir sus pensamientos sobre el profeta
estadounidense.
“Fue tan auto creado que trasciende a Emerson y Whitman en
una respuesta, y toma su lugar con las grandes figuras de nuestra ficción… Una
personalidad tan rica y variada, una chispa de divinidad tan vital, está casi
más allá de los limites de lo humano, tal como normalmente interpretamos esos
límites. Para quien no cree en él, pero lo ha estudiado intensamente. Smith se
convierte casi en una mitología en sí mismo… No cono conocemos a José Smith, ya
que él profetizo que incluido los suyos nunca podrían esperar conocerlo.
Requiere poetas fuertes, novelistas importantes, dramaturgos consumados para
contar su historia, y aun no han llegado a él. Es tan enigmático como Abraham
Lincoln… No podemos estar seguros de lo que mas nos desconcierta. Como
incrédulo, me maravillo de su comprensión intuitiva de los dilemas religiosos
permanentes de nuestro país… Nuestra profunda necesidad de originalidad nos dio
a José Smith… Hay algo del espíritu de José Smith en cada manifestación de la
Religión Americana.”
La lectura mormona de Bloom enfatiza las revelaciones de
José Smith, especialmente los libros de Moisés y Abraham; la historia personal
de José Smith; y las secciones 1, 10, 76, 88, 93, 121, 123, 130, 131, 132 de
Doctrina y Convenios.
Como crítico, cita muy poco y supone que sus lectores tienen
un amplio conocimiento de los textos principales.
La “inteligencia” el
yo del yo.
Como un cazador de tesoros entusiasta que ha descubierto una
perla de gran valor, Bloom corre hacia nosotros instándonos a que vayamos a ver
lo que ha encontrado mediante la lectura atenta y la meditación.
Lo que muestra, brillando en nosotros, es el individuo libre
e increado, el centro del alma humana. Este centro es el yo del yo, el “yo
mismo”, o la “inteligencia” de José Smith, un yo tan libre como para ser igual
en la eternidad al yo de Dios.
Bloom concluye que cualquiera, independientemente de su
credo, que mira hacia adentro puede redescubrir esta verdad de las edades:
siempre hemos sido; somos radicalmente libres; somo individuos solitarios.
Kierkegaard y Sartre encontraron la libertad de un
conocimiento sombrío de sí mismo increado, mientras… José Smith, encontró en él
una aventura de posibilidades abiertas y ascendentes. José Smith se centró en
el método antiguo: cielos abiertos que derramaban nueva revelación, haciendo de
su religión una aventura creativa, para Bloom, este es el mejor de la Religión
Americana… Una nación de almas soberanas sirviendo con su supremo rey Jesús fue
la visión real para el Sion mormón.
Como individuos eternos e increados, vamos más allá de nuestros
resentimientos familiares freudianos cercanos… Con nuestra libertad increada,
nos preguntamos autocríticamente porque no hemos hecho más —de alguien manera
debemos ser responsables de nuestra propia situación-.
Resentimos a aquellos que nos superan simplemente por su
mayor deseo. Las diferencias humanas imperdonables provocan el resentimiento de
la competencia por la eminencia que es la carga de la libertad radical.
En la lectura de Bloom, del pensamiento de José Smith, la
escuela de resentimiento solo puede ser curada por un Dios personal y amistoso
que se sienta y te dice: Esta bien, se
que no eres tan fuerte como Hércules, tan hermoso como Narciso, tan brillante
como Pitágoras o tan talentoso como Homero”, pero lo que te hace divinamente
interesante, después de todo, es tu deseo de convertirte en algo original. Lo
que me interesa es tu próximo movimiento creativo, tu nuevo yo único”.
Lo que mantiene a los dioses interesados e interesantes es
el próximo momento milagrosos de cambio: creatio ex libertas.
Bloom dice: “La religión estadounidense, al igual que la
literatura imaginativa estadounidense, es un romance de búsqueda severamente
internalizado, en el que alguna versión de la inmortalidad sirve como objeto de
deseo”
Este motivo religioso/romántico fue personificado por la
religión poética de José Smith.
Hasta que los críticos religiosos comprendan el poder del
rito del matrimonio mormón, nunca comprenderán por qué la poligamia fue un
sacrificio voluntario o por que un diezmo del 10 por ciento es una miseria en
comparación con lo que un buscador mormón comprometido [casi dolorido] está
dispuesto a dar.
La audacia sincera de los mormones, que se sellan eternamente
en el amor y luego hacen lo mismo vicariamente por toda la familia humana,
motiva un esfuerzo masivo, sin precedentes en la historia, de investigación
genealógica y ritual vicario. Los santos de los Últimos Días prácticos son
asombrosamente poco prácticos en esta búsqueda: gastan millones de dólares cada
mes para ayudar a los muertos.
Este alcance más allá de la tumba era consistente con el
eros de crecimiento de José Smith, su deseo divino de expansión: “¡Tu
mente, oh hombre!... debes extenderte tan alto como los cielos más lejanos, y
buscar y contemplar el abismo más oscuro y la amplia extensión de la eternidad:
debes comunicarte con Dios”
Para expandirse, el Profeta se extendió a sí mismo y a su pueblo más allá de cualquier molde estadounidense. Reconocer esta expansión es una de las mejores ideas de Bloom y la fuerza detrás de su fascinación por la doctrina mormona del matrimonio celestial.
Según Bloom, José Smith disfrutó del placer del matrimonio
sagrado, pero su gran pasión era la vida nueva y más abundante en una época sin
fronteras
Bloom profetiza alegremente sobre el regreso de la
poligamia, y muestra sí su deseo de una religión viva tan vital en originalidad
y abundancia que continuamente explote sus límites anteriores: revelación
continua de hecho. Él [Bloom] desearía que todo Israel fuera profeta, que no
hubiera solo tres nefitas, sino millones de Enoc, hombres y mujeres juntos,
traducciones vivientes de los misterios de la misericordia.
Usando hebreos y Enoc y la experiencia personal como textos,
el profeta enseño que “nuestro Dios es un fuego consumidor” que mora en las
llamas eternas, que mora en los templos corporales. Su lenguaje para la deidad
era tan ardiente como el de los cabalistas. El fuego significa transformación y
libertad, pureza y poder, conflicto y deseo. El [José Smith] sintió que el
carácter de Dios incluía todos estos. El templo de José Smith siempre estaba en
llamas. Las imágenes de sus resplandecientes templos de Kirtland y de Nauvoo palidecen
junto a los cuerpos pirofóricos del padre, el Hijo, Moisés, Abinadi y el
profeta estadounidense se comunicó con todos ellos.
Critica al crítico.
La mayoría de los eruditos han evitado criticar directamente
a determinados religiones por temor a ofender o por falta de pruebas
suficientes sobre cuestiones sobrenaturales. Sin embargo, la critica abierta y
sincera de Harold Bloom provoca un contrargumento.
Se ha considerado que la agenda de Religión Americana resulta
ser menos sociológica y cultural, y mucho menos religiosa o espiritual, que sí,
francamente política.
Como corresponde al autor de un tratado político, [otros
opinan que] Bloom ha ignorado todo lo que no encaja en su visión de una América
tomada por la Derecha de sus diversas comunidades religiosas.
Algunos perciben que uno de los errores metodológicos flagrantes y recurrentes de Bloom es permitir que sus perjuicios interfieran
con un análisis cuidadoso basado en la lógica y la causa y el efecto. Un
ejemplo notable es su miedo y aversión por el fundamentalismo protestante, que
prácticamente gotea de la paginas, “están en todas partes donde el aprendizaje
es demasiado difícil, una carga pesada de llevar para las mentes mortales”.
Otra observación que persigue el análisis de Bloom de la
Relación Americana es su evidente voluntad de pasar por alto la evidencia que
no apoya su punto de vista.
Bloom esencialmente retoma la ya familiar afirmación de que
los dones de los líderes carismáticos originales se convierten en rutinas en
las vidas de sus seguidores, por una camisa de fuerza de institucionalización.
Bloom argumenta que la recreación de las escrituras y el
cristianismo primitivo de José Smith es demasiado radical para los miembros
modernos de la Iglesia que él fundo en 1830.
Se complace en señalar, que sus miembros se encuentran en
números desproporcionados entre las filas del FBI y la CIA…Parece que sus
insinuaciones tremendamente incorrectas sobre los tentáculos del pulpo mormón
que se enroscan en las salas de juntas corporativas estadounidense son parte de
la imagen de una secta que alguna vez fue herética y se volvió respetable.
Bloom observa que programáticamente, los mormones están
aliados en el patriotismo bélico, la oposición al aborto, [al matrimonio entre
persona del mismo sexo] Los datos en los que podría basarse tal generalización
no se revelan en ninguna parte del libro.
La objeción a la guerra a veces se aprueba en el Libro de
Mormón, Spencer W. Kimball también se opuso a la ubicación del misil MX en el
estado de Utah. Presidió la extensión del sacerdocio mormón a los negros y
realizó un esfuerzo masivo para llamara a jubilados mormones con la experiencia
adecuada para servir en misiones de salud y bienestar para mejorar las
condiciones en las naciones en desarrollo.
Con respecto a la justicia económica y social, las
habilidades y los programas de los santos de los Últimos Días para el bienestar
temporal de sus miembros son nada vez menos legendarios.
Los errores de perspectiva introducidos por la lectura
selectiva de la evidencia de Bloom, le llevan a no ver que la complejidad es
una característica esencial del panorama. La comunidad mormona es compleja, paradójicamente,
especialmente debido a su fervor misionero, que, como la red del evangelio de
mateo, “reunía de todo tipo” [Mateo 13: 47] Las comunidades mormonas superan
fuera del oeste intermontañoso, superaran cada vez más en numero a las del corazón
histórico de la Iglesia, lo cual demuestra la simpleza de la visión de Bloom.
Por ejemplo, Bloom representa a José Smith como el gobernante
dictatorial en un reino mundial gobernado por el sacerdocio mormón y coronado
en rituales secretos. Pero, el mismo José Smith, cuando se le pregunto como
gobernaba a su pueblo, respondió en la teoría y en la práctica: “Yo les enseño
principios correctos y ello se gobiernan a sí mismos”.
Cierta perspectiva sesgada es más visible en las
predicciones de Bloom sobre la inminente hegemonía política fundamentalista en
los Estados Unidos.
Central a su visión del futuro es la idea del reino mormón
literal de Dios, que sugiere que podría establecerse en los Estados Unidos en
el siglo XXI.
La coronación secreta de José Smith como cabeza de un reino
terrenal de Dios es reporatada por Klaus Hansen en su Quest for Empire, ha sido
un tema de gran interés para los historiadores en los últimos días.
Independientemente de lo que haya ocurrido, y aunque el asunto de lo que
ocurrió sigue siendo un tema de disputa debido a la escasez de fuentes
confiables, la teología SUD claramente considera que todos os reinos terrenales
que reconocen a Dios como su legislador son más o menos ilegítimos… Por el
momento, estamos obligados, como dijo Jesús mismo, a “dar, pues, a Cesar lo que
es de Cesar; y a Dios lo que es de Dios”
La obsesión de Bloom con lo que él percibe como la
conspiración fundamentalista para acabar con todo lo que es social y
sexualmente liberal en la democracia estadounidense lo lleva de la imagen de
una teocracia imaginaria a la afirmación de que los mormones tienen la
intención total de convertir la nación y el mundo; pasar de unos diez millones
de almas a seis mil millones”. Pero, Brigham Young señalo repetidamente que los
Santos de los Últimos Días no deben esperar ser los únicos que vivirán en la
tierra durante el reino milenario y que parte de nuestra preparación para ese
reino era comprender y estar en paz con las personas de buena voluntad de
muchas religiones diferentes.
Solo puede explicarse la lectura de los datos por parte
Bloom, asumiendo que ha sido victima de una visión única, paradójicamente, un
matiz fundamentalista, contra quienes critica en su libro.
La teología de los SUD, independientemente de lo que enseñe
o deje de enseñar, declara explícitamente que en la vida terrenal obramos
nuestra salvación individual a través de la gracia de Dios y de nuestros
mejores esfuerzos en una tensión dinámica que ensancha el alma entre las
polaridades de la experiencia humana: enfermedad y salud, placer y dolor,
alegría y tristeza, ignorancia e iluminación.
Bloom parece haber recurrido al gnosticismo [el conocimiento
intuitivo y misterioso de las cosas divinas. Una relación personal sentida con
la Dios, y la creencia en un universo maniqueo donde el bien y el mal están en
guerra] para explicar la vitalidad de la religión estadounidense.
Pone su peso en palabras fundamentales como “privado”,
“interno” …. En casi todas las paginas pone en palabras su visión privilegiada
de estas regiones ocultas.
El académico mormón Truman Madsen apunta que Bloom analiza
el mormonismo en términos de una antigua y perdida visión “gnóstica” del mundo,
Madsen sugiere, que la explicación más plausible, es ver la
esencia del mormonismo como la restauración de las cosas antiguas que se habían
perdido, aunque siempre estuvieron presentes en las escrituras i otros textos
sagrados. Valora el punto de vista de Bloom, de que el éxito del mormonismo,
debe ir más allá de los factores estadounidenses del siglo XIX.
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